martes, octubre 10, 2006

Herodoto cuenta en su Libro VIII que, cuando Jerjes quiso saber cuál era el premio que daban los griegos a los vencedores de los Juegos Olímpicos, estos le respondieron que una corona de olivo. Tritantecmes, general de Jerjes, exclamó: “Contra qué gente hemos ido a combatir, que no compiten por dinero sino por su propio honor”.

4 Comments:

At 7:56 p. m., Blogger A-X said...

Me encantó tu post... tu blog es delicioso...

Pasate por casa cuando quieras

A.-

 
At 11:43 p. m., Blogger Pliegos de palabras said...

es un placer sentirme leído... estoy ahora en tu blog, completamente enganchado, y reflejado en varias frases, como una de las primeras: "lo que más miedo me da de la muerte es olvidarte". Creo que poner palabras a ese sentimiento era lo que semanas atrás me agobiaba. El peso de los silencios. Cuando en realidad tienes razón. Lo que importa son las pupilas desnudas. Muchas gracias, A-X

 
At 5:31 p. m., Blogger kasandra said...

Herodoto, ese con el que aquel paciente inglés amó a una mujer...

Y Jerjes, me imagino que será el de la opera de Haendel. Ombra mai fu es uno de mis temas. Y si lo conta la Borodina... ya ni te cuento

Y uno más ;)

 
At 11:46 p. m., Blogger Pliegos de palabras said...

Ombra mai fu es también uno de mis favoritos. Te recomiendo también que escuches arias de Haendel a la voz de David Daniels. Ya me dirás tu opinión...
Un beso

 

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