martes, octubre 10, 2006

Me miro al espejo recién levantado, y me parece que cada día tengo las arrugas junto a los ojos más pronunciadas. En la cocina suenan al mismo tiempo la cadena musical y la cafetera. Händel desde primera hora de la mañana. El mar parece sucio por la bruma. Aún no ha salido el sol, y yo hoy me siento más salvaje que de costumbre. Igual que el día. La lluvia empieza a golpear con más fuerza en los cristales. Llega una nueva borrasca de aire caliente, y yo iré a trabajar deseando que esta mañana pase rápido, y que llegue más rápida aún la tarde. Pienso pasármela de compras, preparándome para la noche...